Casa sobre el Arroyo en Argentina gana el World Monuments Fund/Knoll Modernism Prize 2024
Cuando se construyó en la década de 1940, el elegante diseño modernista de la Casa sobre el Arroyo en Mar del Plata, Argentina, obtuvo elogios de destacados arquitectos de todo el mundo. Pero después de décadas de abandono, lo que alguna vez fue un icono del modernismo en América Latina corría el riesgo de perderse por completo. Ahora, gracias al arduo trabajo de los Ministerios de Cultura y Obras Públicas de Argentina y la Municipalidad de Mar del Plata, esta maravilla del diseño latinoamericano del siglo XX ha vuelto a la vida una vez más. El cuidadoso y detallado trabajo de restauración los convirtió en los ganadores del World Monuments Fund/Knoll Modernism Prize 2024.
Este premio combina el compromiso de WMF con la conservación del patrimonio cultural y el espíritu de Knoll, que utiliza el diseño moderno y sostenible para conectar a las personas de manera significativa. Este reconocimiento rinde homenaje a arquitectos, diseñadores y conservadores que han demostrado soluciones innovadoras para preservar o restaurar arquitectura moderna en riesgo.
Cabe destacar que la Casa sobre el Arroyo es el primer proyecto modernista en América Latina que recibe este prestigioso premio. Su importancia la ha convertido en un símbolo de orgullo para Argentina y su conservación acentúa su papel como parte integral del patrimonio latinoamericano.
Antigua casa del famoso músico y compositor Alberto Williams, la Casa sobre el Arroyo fue reconocida como un icono de la arquitectura moderna, cuyo diseño traspasó los límites de la vanguardia. Conceptualizada en 1943 por el hijo de Alberto, Amancio Williams y Delfina Gálvez Bunge de Williams, esposa de Amancio, el diseño vanguardista transforma una casa en un puente sobre el arroyo Las Chacras. La estructura terminada en 1948 incluye una serie de dormitorios, una gran sala de estar, áreas de servicio y un estudio especialmente diseñado para que Alberto trabajara. La casa se convirtió rápidamente en objeto de elogios y reconocimiento por parte de académicos y diseñadores a nivel mundial, quienes la consideraron un componente paradigmático de la arquitectura del siglo XX y del movimiento moderno en Argentina y América Latina.
Tras la muerte de Alberto Williams, la casa fue utilizada como estación de radio local y tras su cierre, las disputas de la propiedad finalmente llevaron al abandono del sitio. El vandalismo posterior y un fuerte incendio en 2004 destruyeron la mitad de la carpintería, el revestimiento y los pisos de madera. El deterioro natural de los materiales y diversos aspectos ambientales, incluida la caída de hojas, ramas e incluso árboles enteros, continuarían causando daños estructurales.
La Municipalidad de Mar del Plata asumió la custodia del sitio en 2005, pero la casa quedó en precarias condiciones. En 2012, la Casa sobre el Arroyo fue incluida en el World Monuments Watch debido a la continua degradación de la estructura en medio de llamadas de remodelación por parte de residentes de Mar del Plata, ciudadanos argentinos y especialistas en arquitectura. Después de lanzar la fase de planificación en 2016, los Ministerios de Cultura y de Obras Públicas y la Municipalidad de Mar del Plata restauraron completamente el edificio, reparando los componentes originales y recreando los faltantes, basándose en bocetos de archivo y utilizando materiales, tecnología y metodologías en concordancia con la construcción original. El parque circundante recibió el mismo tratamiento y fue designado jardín histórico. Lo más importante es que el arroyo que da nombre a la casa se reabasteció después de años de haberse secado, trayendo nueva vida al entorno natural.
Los homenajeados por el World Monuments Fund/Knoll Modernism Prize y el equipo responsable de la conservación de la Casa sobre el Arroyo incluyen: Lic. Teresa de Anchorena, Arq. Fabio Grementieri, Lic. Magalí Marazzo, Arq. José Ferrero, Arq. Guillermo Frontera, Arq. Fermín Labaqui, Ing. Carlos Ramírez y Arq. Mariana Quiroga.
Este premio es un reconocimiento a los esfuerzos de activistas y profesionales de la conservación de Argentina y América Latina para que sigan protegiendo su patrimonio cultural al brindarle nuevos usos sociales a estos espacios emblemáticos.